
En la concepción agónica de no morir,
están tus manos,
revertir el vomito del naufragio,
con la luz de tu ausencia,
he cruzado el relámpago,
están tus manos,
guía de un haz,
una persecución ignota,
mil destinos ningún camino,
monte en pelo,
me adueñe del estiércol,
deje mis simientes,
sin destaparme siquiera,
están tus manos,
por un minuto de agua,
una mirada presente,
abandonar estos trastos,
partir, no estás en la víspera.